Turismo de eventos: Potencial desaprovechado

El Perú tiene la fortuna de ser un país privilegiado, tanto para el turismo receptivo como para el turismo de eventos. Por su ubicación estratégica al centro del continente y su condición de única capital de América con vista al mar, Lima podría ser el epicentro para los grandes eventos y convenciones de negocios de la región. Lo que significaría la llegada de miles de viajeros de altísimo poder adquisitivo, cuyas divisas beneficiarían enormemente nuestra ciudad.

Sin embargo, este fantástico potencial viene desaprovechándose por la negligencia de las autoridades. Sí, Lima tiene la mejor ubicación, pero carece de la infraestructura para traducir esa ventaja en crecimiento.

Primero, nuestra mala conectividad hace que demore hasta dos horas ir del aeropuerto a la zona hotelera. Fatal. Segundo, ¿cómo adueñarnos del mercado de megaeventos y grandes convenciones si no hay espacios donde realizarlos? Décadas atrás, Lima fue la primera ciudad sudamericana en tener un Recinto Ferial (¿recuerdan la Feria del Pacífico?), pero, increíblemente, hoy somos la única capital en no tenerlo. ¿Y qué se está haciendo al respecto? Lamentablemente, muy poco. Donde sí hubo avances fue en la construcción de un Centro de Convenciones de última generación, hace cuatro años. Pero de manera inverosímil, dicho recinto yace inutilizable porque la burocracia aún no concluye los trámites de Defensa Civil. Hablamos de US$160 millones de inversión paralizados, ¡desde el gobierno pasado! Una vergüenza.

¡Basta de meterle cabe al desarrollo del país! El gobierno necesita destrabar cuanto antes el uso del Centro de Convenciones. Y el próximo alcalde tiene la oportunidad histórica de darle a Lima el Recinto Ferial que tanto necesita. El Perú no necesita más excusas, sino autoridades que ejecuten.