Relájate con la deliciosa agua de la cascada de Pishirayacu

La región San Martín continúa dándonos sorpresas, además de la rica gastronomía y el clima cálido en gran parte del año, nuevos destinos turísticos naturales siguen apareciendo gracias a la labor de las autoridades locales, uno de estos es la Cascada de Pishirayacu.

Ubicado a 45 minutos de la ciudad de Tarapoto, estas cascadas sobresalen sobre cualquier otro tipo de atractivo por la gran vista y el contacto directo con la naturaleza.

El lugar se ubica dentro de la llamad Cordillera Escalera, un área de conservación regional, importante y necesaria para el suministro de agua, así como para la obtención de alimentos tanto vegetales como animales.

El acceso a la cascada es una experiencia única, no solo por la vista y las aves, ranas o plantas exóticas que se pueden apreciar, sino que demanda un esfuerzo del cuerpo.

Desde el ingreso hasta el final de recorrido, uno camina un total de 40 minutos, con subidas y bajadas a través de camino natural y barandas de madera que no alteran el contorno.

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Luego de 20 minutos, exactamente a la mitad del recorrido y tras cruzar un riachuelo con una balsa de madera, se pueden encontrar pozas de aguas termales naturales.

Estas se llenan con aguas que salen de las rocas, la misma que brota naturalmente y que puede observarse en diversas partes del recorrido.

La última parte del recorrido, la más difícil sin duda, nos permite llegar a una ‘piscina’ natural, desde donde uno puede ver la caída del agua, además de cómo el agua brota de la piedra.

La caminata continúa luego de pasar esta parte, para subir hacia donde fluye el agua que origina la cascada y desde cuya altura, se puede observar como se une el agua y la vegetación.

El regreso es bastante trabajoso, si toma 40 minutos llegar al punto final del recorrido, el camino de vuelta toma aún más, porque es una subida prolongada y una persona que no está acostumbrada al ejercicio puede verse afectada.

Sin embargo, todo puede quedar de lado si es que disfruta de todo lo que ofrece esta reserva natural de agua que abastece a la ciudad de Tarapoto y Lamas, un destino que se abre a los visitantes que buscan experiencias al aire libre.