Los Incas y sus cositas locas

Incas

Todos los países del mundo tienen un personaje al que se le considera como padre de la nación: Sudáfrica tiene a Nelson Mandela, India a Ghandi, Cuba a Fidel, Brasil a Ronaldinho Argentina a Maradona… Pues bien, para los incas ese mítico personaje se llama Manco Cápac.

Retrato inca

 

Dice la leyenda que este buen señor, enviado por el mismísimo dios sol, emergió un día de las aguas del lago Titicaca (Puno), con el objetivo de crear uno de los imperios más grandes de la historia: el Imperio Inca. Y como estas cosas no gusta hacerlas solo, Manco Cápac se hizo acompañar de su Coya (esposa) Mama Ocllo, que casualmente también era su hermana (se ve que en el Perú pre-incáico escaseaban las discotecas).

Tras un tiempo de idas y venidas por el altiplano peruano, la conocida como “pareja mítica” decidió que el lugar elegido para instaurar la capital del nuevo imperio fuese la ciudad de Cusco, donde precisamente ahora se encuentra otra pareja mítica.

leyendas-inca-machu-picchu

Pero no sufra señora, nosotros no hemos venido hasta aquí porque queramos crear ningún imperio ni nada por el estilo, sino porque esta ciudad es la puerta de nuestro siguiente destino: Machupicchu.

Nuestro plan era coger un nuevo avión desde Juliaca a Cusco, pasar sólo una noche allí y a la mañana siguiente continuar viaje hacia las montañas. Sin embargo terminamos quedándonos varios días por el Cusco. ¿Por qué? Pues porque la ciudad es preciosa y tiene tal cantidad de iglesias y monumentos que es conocida como la Roma de América… Bueno, por eso y porque hay unos baretos y restaurantes de escándalo y tras una semana perdidos por las alturas del lago Titicaca el cuerpo nos pedía reponer fuerzas.

Y mira tú por donde esas fuerzas nos las dio un pequeño roedor primo hermano de Ratatouille llamado cuy.

Esta especie de cobaya al horno es uno de los platos más típicos de la cocina cuzqueña y está considerado como un auténtico manjar. De hecho en la antigüedad el cuy era un alimento reservado en exclusiva para la alta nobleza inca.

Cuy al Horno

Y la verdad que no está malo pero eso sí, necesitas media docena de ellos para comer en condiciones porque el bicho tiene menos chicha que Iggy Pop después de un Iron Man.

Dsifrutando de la comida peruana

Y con el estómago (medio) lleno decidimos que ya era hora de poner rumbo hacia la ciudad sagrada de los incas. Pero eso te lo contaré otro día.